Ya tenía algún tiempo de no escribir, y hoy debido a un incidente que me tocó vivir me gustaría compartirles algunas reflexiones sobre nuestra vida en la comunidad del ajedrez, y como podemos aportar valor para hacerla crecer, y que cosas no debemos hacer.
Mi viaje en el ajedrez inicio cuando tenía 6 años, cuando según recuerdo mi padre me llevaba a jugar a un lugar al aire libre, cerca del diamante Enrique Torrebiarte, donde un afable maestro daba sus lecciones de ajedrez los días domingo, y al finalizar había una simultanea con él.
Aun recuerdo los improvisados tableros y las piezas plasticas donde cada domingo se daban cita decenas de personas para jugar e intentar ganar al genial don Guillermo Vassaux.
Poco tiempo después deje el ajedrez, sin saber que muchos años después volvería al ruedo de este bello juego de la mano de mis hijos.
Fue en el año 2017, cuando decidí compartir con mis hijos, aquello que tan lindos recuerdos me habría dejado, y que fue una de las experiencias que marcaron mi relación con mi padre.
Pocos años después me encontré siendo parte de la Asociación Departamental de Ajedrez de Guatemala, ya como dirigente deportivo, con el ánimo intacto y muchas ganas de ayudar al desarrollo de este deporte, a pesar de los desafíos que esto significó para mi.
No es secreto que el deporte en general ha tenido por diversos motivos, días lugubres, llenos de sin sabores y malos momentos, sin embargo, considero que es importante que entendamos que en lo referente a las actividades que nos unen como comunidad, debemos todos ser proactivos y ser parte de la solución.
En este orden de ideas considero importante reflexionar en los siguientes aspectos:
- Como deportistas de alto rendimiento, debemos entender que ser un atleta implica sacrificio, esfuerzo, mucha disciplina y sobre todas las cosas muchas horas de entreno para alcanzar los objetivos. Que es lo que al final nos diferencia de los jugadores ocasionales o hobistas.
- Como dirigentes deportivos, debemos trabajar con mucha dedicación en la formación de los nuevos talentos a traves del entrenamiento de calidad y la organización de eventos deportivos a la altura de las circunstancias, con una gestión prudente y responsable.
- Como padres, debemos estimular a nuestros hijos a que comprendan el valor del esfuerzo y que solamente mediante la disciplina y el trabajo arduo llegan los resultados.
Y a todos en general, nos compete sobre todas las cosas el respeto irrestricto a las normas emanadas de la FIDE, incluyendo la normativa del juego limpio (Fair Play), las bases de los eventos deportivos que se organicen y su debido cumplimiento, y el respeto a las autoridades designadas como jueces y directivos.
Considero importante hacer enfasis en este punto, porque es algo que en nuestro deporte también ocurre, que muchas veces tanto jugadores como familiares de atletas tienen problemas con el acatamiento de las normas de juego limpio, y de conducta apropiada en los eventos deportivos, llegando incluso a los insultos al rival, al arbitro, e incluso a amenazar la integridad física del cuerpo arbitral o directiva, ante la inconformidad de una llamada de atención o una sanción.
En ese sentido, quisiera hacer una reflexión sobre nuestro rol de padres y atletas, de promover el juego limpio y el respeto irrestricto de las reglas, evitando incidentes de violencia de cualquier naturaleza. Hago esta aclaración porque en el contexto del ambiente de conflictividad que hoy día vivimos, más que nunca debemos estar unidos para rechazar cualquier tipo de conducta inapropiada en los eventos deportivos, y promover el respeto y las buenas maneras tanto con los rivales, como con los espectadores y las autoridades.
Sepan que los jueces y organizadores de los eventos están haciendo su mejor esfuerzo para que los eventos tengan la calidad que nuestros atletas se merecen y para ello es necesario que absolutamente todos respetemos los reglamentos de cada evento y las normas de conducta para una sana convivencia.
Recordando al gran campeón mundial de Ajedrez, Garry Kasparov, que en su libro “Como la vida imita al ajedrez”, nos explica de una forma muy amena como en la vida todo lo que hacemos debe ser analizado a la luz del resultado que nuestras acciones puedan tener en la vida, así como en el tablero analizamos una posición, las diferentes variantes y el resultado que dichos movimientos pueden tener en el resultado final de la partida, también en la vida cotidiana, todo acto o decision que tomemos así también tendrá consecuencias positivas o negativas, según el contexto.
En definitiva, luchemos por hacer crecer este bello deporte, colaborando cada uno desde su lugar, dando el ejemplo, especialmente con los mas chicos que nos observan. Seamos ajedrecistas ejemplares!!!